viernes, 11 de diciembre de 2015

IUS-ÈTICA: EL REENCUENTRO DE LA MORAL CON EL DERECHO Juan Josè Bocaranda E





IUS-ÈTICA:
EL REENCUENTRO DE LA MORAL CON EL DERECHO
 Juan Josè Bocaranda E

La proclamación de los Derechos Humanos por la ONU, el 10 de diciembre de 1948, constituyó un hecho de importancia trascendental para la humanidad, no sólo por la consagración de los Derechos mismos, sino también porque volvieron a conjugarse para siempre la Moral y el Derecho, después de varios siglos de ausencia.
Esta afirmación que apoyamos en el razonamiento siguiente:
la apelación de la Asamblea General de la ONU al valor de la dignidad humana, como fundamento de la Proclamación, implicó un juicio de valoración moral, porque  cuando se afirma que todo ser humano merece respeto porque vale de por sí, se emite un juicio de naturaleza moral, pues constituye una opción entre la guerra y la paz; entre el conocimiento y valoración de los Derechos Humanos y los "actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad"; entre el temor y la miseria, y el advenimiento "de un mundo en que los seres humanos... disfruten de la libertad..."; en sín­tesis, una elección entre el bien y el mal, juicio de valoración, no jurídica, sino moral.
Ya antes, esta valoración moral había tenido lugar el 26 de junio de 1945, cuando se firmó en San Francisco la Carta de las Naciones Unidas, en la cual se optó entre "el flagelo de la guerra" y los derechos fundamentales del hombre, su dignidad y el valor de la persona humana; es decir, entre el bien y el mal.
Al implantarse, pues, la idea de la dignidad humana como fundamento y eje de los Derechos Humanos, y al consagrarlos en la Declaración Universal, la Moral penetró en el Derecho Internacional y, a través de éste, en cada una de las Naciones de Mundo, que acoge en su legislación aquellos derechos, lo cual impone la moralización del Derecho y la humanización de todo el ordenamiento jurídico.
Hablar, entonces, de Derechos Humanos, es hablar de dignidad humana, y hablar de dignidad humana es hacerlo de la Moral. Y esto fue lo que produjo el Reencuentro.
La Moral, así incorporada por el Derecho, se sintetiza y manifiesta a través del Principio Ético, expresa o implícitamente consagrado en las diversas Constituciones del Mundo.
Sobre el Principio Ético se construye el pensamiento ético-jurídico que hemos denominado Ius-ética, expresión que nos parece justa y elocuente porque sugiere los dos factores que se unen, en forma esencial, para generar un Derecho Nuevo: el Principio Ético y el Principio Jurídico.

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