EVOLUCIÒN HORIZONTAL Y EVOLUCIÒN EN
ESPIRAL DEL DERECHO.
Juan Josè Bocaranda E
Para la Ius-ètica, la evolución
"horizontal" del Derecho ya está agotada. En la evolución
"horizontal", las mismas ideas permanecen durante largo tiempo,
girando en diferentes formas de expresión, sin penetrar hacia nuevas esencias.
De ahí la necesidad de que el Derecho "ascienda en espiral",
ajustándose al espíritu del nuevo milenio, que lo es de universalidad humana.
Del plano de la calificación
puramente jurídica, es necesario saltar al nivel de la calificación moral de
los conceptos jurídicos. Por ejemplo: del concepto de res iuridice
iudicata, saltar al concepto de res moraliter iudicata; del
de Justicia Jurídica, al de Justicia Moral; del de Seguridad Jurídica, al de
Seguridad Moral; del de Constitución Jurídica, al de Constitución Moral; del de
interpretación jurídica, al de interpretación binaria de la ley, etc.etc.
Este movimiento no
extingue el Derecho, sino que lo revitaliza, lo enriquece. Porque le insufla
nueva dimensión, tornándolo más seguro y efectivo, apto para los nuevos
tiempos.
Ahora bien, la admisión
de estas ideas exige un cambio de mentalidad por parte de los juristas pues la Ius-ética implica
* un salto del enfoque
puramente jurídico del Derecho, a una visión ético-jurídica, que halla en él un
instrumento de la Moral, sin que ambos confundan sus objetos formales;
* una derivación lógica
de argumentos que tienen como premisa superior la Ley Moral, a la cual se
supedita el Derecho como premisa de segundo orden;
* un enfoque novedoso de
la realidad, que califica éticamente la creación e interpretación del Derecho y
la aplicación de la ley;
* la comprensión de que
deben ser superados los criterios formales de un razonamiento meramente
jurídico;
* la consciencia de que
la Moral abre puertas que el Derecho solo no puede abrir; de que la verdadera
justicia no está en la forma ni en la apariencia sino en el espíritu de la ley;
de que debe prestarse atención, no al hecho de conocer la ley, sino de
cumplirla; de que debe destacarse la diferencia entre forma-apariencia y
substancia-realidad;
* el ascenso de la
Justicia Jurídica a la Justicia Moral, porque el Derecho se muestra cada vez
menos eficiente para ejercer el control de las relaciones sociales.
Lo peculiar de estos enfoques está en que,
por una parte, el Derecho conserva su naturaleza de tal; y, por la otra, la
Moral es también Derecho, pues el Derecho "delega a la Moral", como
diría Hans Kelsen.
En fin, se trata de mirar la ley jurídica
desde una perspectiva superior.
El jurista de hoy debe demostrar capacidad
de adaptación a las exigencias del nuevo concepto de Derecho, y ello supone
aceptar un giro en la concepción de las Acciones procesales, entre las cuales
deben hallar cabida las Acciones y los Recursos Morales.
Ante esta realidad, mal podrían los
Magistrados o jueces permanecer aherrojados a consideraciones puramente
jurídicas, obviando o desestimando los argumentos éticos; y mal podrían los
profesores de las diferentes ramas de lo jurídico, ignorar el Principio Ético
como fundamento esencial de la constitucionalidad, evitando "dar el
salto" hacia las concepciones de un Derecho que inevitablemente asume la
Ética como elemento esencial.
¿Por qué extrañarse de que la Ius-ética
formule ciertos planteamientos y desemboque en ciertas conclusiones poco o nada
tradicionales, si todo depende de las premisas? Una premisa de naturaleza
exclusivamente jurídica, genera inferencias y conclusiones de naturaleza
exclusivamente jurídica. Y las premisas morales generan inferencias y
conclusiones morales. Y, por cuanto la Ius-ética parte de la compenetración de
la Moral con el Derecho, es lógico que las inferencias y las conclusiones
contengan elementos de la combinación del Principio Ético con el Principio
Jurídico. Luego, ¿por qué extrañarse?
Si
nos dejamos dominar por el misoneísmo o miedo a las cosas nuevas, tendremos
que correr, horrorizados, ante los avances de la tecnología, por ejemplo en los
campos de la informática, de la medicina, de la ingeniería, etc.
En el horror del Derecho a los cambios, no
tiene poco que ver la ley del menor esfuerzo...
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