REVOLUCIÓN AXIOLÓGICA EN EL ESTADO Y
EN EL DERECHO
Juan José Bocaranda E.
Evadir
responsabilidades con el pretexto de que una propuesta parece “utópica”, es más
cómodo que luchar por un ideal y, también, propio de gente mediocre.
La
concepción ius-ética del Estado y del Derecho puede conducir a la integración
de todos los Estados Éticos de Derecho en un Estado Ético Planetario, base de
la Confraternidad Universal.
Claro que,
ante la pesadilla de la realidad internacional actual, por ahora esto sólo
parece un sueño. Pero los Estados deben despertar tomando conciencia de que
son Estados Éticos.
Sin
embargo, no debemos esperar el milagro de que los Estados, inficionados de
egoísmo y atados a intereses mezquinos, vayan a tomar consciencia ética en
forma espontánea o voluntaria: se requiere que los sectores más avanzados de la
población, en cada país, asuman la tarea de despertar y de incitar al Estado a
que se dé cuenta de su esencia ética y de la esencia ética del Derecho, y
comience a obrar en consecuencia.
Ante la
resistencia inicial de los Estados, los pueblos deben integrarse en
Organizaciones de Lucha por el Poder Moral, con la seguridad del triunfo,
puesto que el Principio Ético está enclavado en el núcleo vital del Estado, sin
posibilidad alguna de que éste se libere de su imperio.
El
Principio Ético habrá de ser, así, el medio de presión a través del cual la
voluntad, el interés y la decisión de los pueblos logren la regeneración del
Estado, partiendo de la depuración del funcionario público.
El Estado
Regenerado, plenamente consciente de sus fines y de sus objetivos, se
abocará, por fin, a transformar la sociedad, mediante la realización de una
verdadera Justicia: la
Justicia Jurídica Moralizada o Justicia Moral
canalizada por las vías jurídicas.
El Estado
Regenerado, moralmente eficiente en lo interno, asumirá la consciencia de que
el mundo no se reduce a sus fronteras y de que debe expandirse espiritualmente
hacia las demás Naciones, deviniendo, así, en Estado Ético Trascendente y
apoyándose todos los Estados Éticos Trascendentes en la Ley Ética de la Cooperación
Internacional.
"En
los siglos venideros, -escribe Torkon Saraydarian- la ciencia de la cooperación
se enseñará en todas las escuelas y universidades como base de la vida, y se
sabrá que la cooperación se basa en una ley clara y pura. En el futuro, la
legislación desarrollará minuciosamente la Ley de la Cooperación, no sólo para una nación sino también
para toda la humanidad. La Ley
de la Cooperación
será la Carta Magna
de la Nueva Era".
Bajo la
eficacia de esta Ley podrá cristalizar algún día la idea de la Confraternidad Universal,
esencia de un Estado Ético Planetario, en el cual estén representadas todas las
Naciones, todas las razas, todos los pueblos, sin discriminaciones negativas y
sobre la base de una Justicia Ética Planetaria.
Afirmamos
en forma tan categórica, porque nos apoyamos en una realidad incuestionable:
según van las cosas, si no se piensa y aspira en términos de unidad, la Tierra perecerá.
Esencialmente, por causa de ese aborto de la humanidad que es el EGOÍSMO. Egoísmo
de los individuos. Egoísmo de las Naciones.
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